TATSU 竜

Los dragones japoneses son unas criaturas legendarias de atributos físicos similares a los de los dragones chinos y coreanos. El ryū proviene de China y es una de las cuatro bestias divinas de la mitología japonesa. Es con frecuencia emblema de emperadores o héroes, pero sobre todo representan la sabiduría, a diferencia de los dragones chinos, mejor conocidos como los “Long”. Su apariencia es muy diferente a los chinos: tiene cuerpo de serpiente, cabeza de cocodrilo, escamas de lagarto, cuernos de ciervo, ojos de gato, nariz de salamandra, garras de águila, zarpas de lagarto, melena de león y bigotes de bagre.

Algunos dicen que las historias sobre dragones pueden proceder de avistamientos de enormes peces que crecieron de forma desproporcionada. Pocas veces se menciona a los dragones en la mitología japonesa. Uno de los más famosos es Yamata no Orochi, un terrible monstruo de ocho cabezas y ocho colas que fue asesinado por Susanoo, quien tras esto encontró la sagrada espada Kusanagi en su cuarta cola. Otro importante dragón es el dios-emperador del mar, Ryūjin.

Hay pocas diferencias entre los dragones de la mitología japonesa y los de otras mitologías orientales. Una importante es que, a diferencia de los coreanos y chinos, los dragones japoneses poseen tres garras en sus pies en lugar de cuatro. Los dragones de la mitología japonesa no suelen volar tan a menudo como los de las mitologías occidentales, y son presentados como criaturas muchas veces benevolentes, que incluso en ocasiones conceden deseos. Por lo general, los dragones japoneses, al igual que los chinos y coreanos, no tienen alas.